
23 Ene Alarga tu vida. Prânâyâma
Gracias al prânâyâma, regulamos nuestra respiración, limpiando y abriendo el sistema respiratorio; con nuestros sistemas internos depurados, nuestro organismo funciona más rápido y es más efectivo.
Todos los fenómenos vitales están ligados a procesos de oxidación y de reducción: sin oxígeno no hay vida. El aporte de oxígeno es sólo un aspecto de la función respiratoria, la que abarca también la expulsión del CO y con ella residuos de nuestro organismo. Al incrementar el aporte de oxigenación celular en todo el cuerpo, el organismo retrasa el envejecimiento celular y corporal producido por el depósito de los radicales libres; si estos se acumulan en los tejidos se produce la oxidación.
He aquí los beneficios que Swami Sivananda atribuye a la respiración yóguica:
«El cuerpo se vuelve fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la personalidad. La voz se vuelve dulce y melodiosa. El adepto ya no es presa de la enfermedad. La digestión se hace con facilidad. Todo el cuerpo se purifica, el espíritu se concentra fácilmente. La práctica constante despierta las fuerzas espirituales latentes, trae la dicha y la paz.»
Aunque la definición de bienestar se puede debatir, hay una serie de estudios que demuestran que las variables que se encuentran entre las más relevantes son: depresión, ansiedad, estado de ánimo, optimismo, niveles de energía y experiencia. Con ese fin, fueron incluidas en la evaluación del estudio sobre los efectos de los ejercicios yoguis en la salud física y mental de los jóvenes publicado en Indian Journal of Physiology and Pharmacology
El estudio identificó los siguientes cambios fisiológicos del uso de las técnicas de âsana y prânâyâma: reducción actividad del sistema nervioso, metabolismo reducido, bajó la frecuencia cardíaca, la presión arterial reducida y disminuyó frecuencia respiratoria. El estudio incluyó las prácticas derivadas de la ciencia del yoga: estiramientos suaves con âsanas (posturas de yoga), ejercicios de prânâyâma (ejercicios de respiración específicos) como ujjâyî “respiración de la victoria” y Bhastrikâ “o respiración del muelle” y una evaluación cognitiva y de estrés.
Estas estrategias yoguis se entienden tradicionalmente para purificar el organismo y encontrar el equilibrio, disolviendo la angustia emocional y creando sensación de descanso y bienestar. Los sujetos del estudio sintieron que eran herramientas que pueden ser usadas en situaciones estresantes, que ayudaban a relajarse más fácilmente y esto les ayudaba manejar mejor la situación.
Además, experimentaron que el programa de yoga disminuyó tensiones, sensaciones desagradables, bloqueos y sentimientos reprimidos, así como la experiencia de un mejor control sobre sus sentimientos.
IMPORTANTE: El aprendizaje de estas técnicas sólo es efectivo y seguro bajo la guía de un Gurú/ Maestro experimentado.
Los hallazgos actuales sugieren que los practicantes de las técnicas de yoga pueden mejorar su bienestar y salud, aliviar el estrés psicosocial y trastornos asociados;
aprendiendo y aplicando estas herramientas en su vida diaria.
Prânâyâma es la ciencia de la respiración,
“al igual que domamos leones, elefantes y tigres despacio y con cautela, así también el prâna ha de ser puesto bajo control lentamente y de forma gradual de acuerdo con la capacidad y las limitaciones físicas del practicante” H. Y. P.
La vida del yogui se mide por el número de sus respiraciones por ello adopta pautas adecuadas para conseguir una respiración rítmica, lenta y profunda mediante una práctica adecuada de prânâyâma.
“La regulación del aliento o el control del prâna está constituido por la suspensión de la inhalación y de la exhalación después de afirmarse en la postura o âsana”
Y.S. II. 49La respiración es la manifestación externa del Prâna, ejercer el control sobre la respiración o prâna significa controlar la mente. Prânâyâma se puede traducir de dos formas: como control del prâna y como expansión y detención del prâna.
El prâna es la energía o fuerza vital que impregna todo el universo. Es aliento, respiración, es suministro por medio del alimento, del agua, del aire, de la energía solar…
Tras conseguir un dominio de los âsanas o posturas yóguicas, hacer que la respiración sea más rítmica, profunda y sutil de forma controlada en su máxima capacidad, es prânâyâma.
Laboratorio de Yoga para la Educación
www.eyogalab.com
Contenido exclusivo para suscriptores ¡Suscríbete aquí!
¿Quieres saber cómo pasar de la teoría a la práctica?
SÍGUENOS EN INSTAGRAM
No Comments